martes, 15 de mayo de 2007

El Dom

Hace algunas semanas atrás, dije que lo más bacán que he visto en mi vida es el monumento a Hércules, la mayor atracción de Kassel. Ahora que fui a Colonia, he reemplazado a Hércules por el Dom, la catedral más importante de Alemania. Me quedo corta intentando describirla, no sólo por su increíble construcción, sino por el valor histórico y religioso que encierra.

De partida, es una iglesia católica, que evidentemente fue construida antes de la Reforma Luterana y el consecuente giro del país hacia el protestantismo. La construcción del Dom tomó 632 años, ya que se empezó en el 1200 y tanto, y se terminó a fines del 1800. Se demoraron 350 años en algo así como “la empezá”, después de lo cual hubo un receso de 150 años, y se retomó la construcción (y restauración) para terminarla finalmente en 1880. Es de color blanco, pero la humedad del río la tornó negra, y no la limpian porque es tan grande, que cuando terminan de limpiar un lado ya está sucio el otro, jajaja… Y no es talla.



















Por dentro es impresionante, no sé cuántas fotos sacamos, pero créanme, fueron muchas. La devoción acá se ha reemplazado por un interés turístico que llega a ser desagradable; no hay mucha conciencia de que se está en la “casa de Dios”, como nos enseñaban en la escuela. De hecho, en el frontis de la catedral hay escaleritas muy similares a las de la Biblioteca Central en la UdeC, y en las tardes, la juventud se instala con sus cervezas haciendo caso omiso de la santidad del lugar. En fin, cada cual vive la religión como se le place, supongo… Nosotras visitamos el Dom el sábado, pero el domingo fuimos a la misa, siguiendo con nuestra tradición de ir a misa todos los domingos mientras estemos en Alemania, y porque además es impresionante escuchar los rezos en alemán y la música de los órganos que están ubicados en las alturas de la catedral. Es impresionante realmente, creo que no soy capaz de dar una mínima idea por escrito de lo que mis ojos vieron… lo siento.

























Ahora a lo histórico-mítico. La catedral es importante no sólo por lo que ya conté, sino porque en su interior alberga uno de los grandes tesoros de la cristiandad: los huesos de los Reyes Magos. Cuando vimos el cajón que transportó los restos desde Milán a Colonia, dijimos: saaaaaaaaaaaaaa, a’onde la viste… pero resulta que es cierto. En el año 300, la emperatriz Elena —madre del emperador romano Constantino— se dedicó a rescatar reliquias religiosas. Aunque no se sabe cómo, en Saba localizó los cadáveres de los Reyes Magos y ordenó su traslado a Constantinopla donde permanecieron durante tres siglos en una capilla ortodoxa. Después, las reliquias fueron trasladadas a Milán para dar prestigio a dicha ciudad. Pero fue Federico Barbarroja quien, en sus guerras de conquista, saqueó el norte de Italia y la ciudad de Milán, y se llevó consigo las reliquias a Colonia en un accidentado viaje. Eso fue en el año 1164, y dada la importancia de la “donación” de Barbarroja a Colonia, se decidió construir una catedral a la altura de las circunstancias, y casi 100 años después se comenzó la construcción del Dom. Actualmente, en el centro del altar se ubica un cofre de oro ricamente ornamentado, donde descansan los restos de los Tres Reyes Magos. ¿Qué quieren que les diga? Al principio no lo podía creer, y ahora pienso que tal vez es cierto, o mejor dicho, QUIERO CREER, quiero pensar que los cuentos de hadas son reales, que en una noche hace más de dos mil años una estrella guió a estos reyes hacia el pesebre, y que hoy estos personajes están allí, en Colonia, a la vista de dos picantes como nostras que en cada viaje aprenden un poco más de la historia de nuestra humanidad…




















Lo último: el Dom posee un tesoro impresionante, el que está en exhibición en el Museo de la Catedral. Aquí es posible ver cálices de oro, bastones decorados con piedras preciosas que fueron usados por obispos de Colonia; estolas bordadas con oro y plata, joyas, anillos y una riqueza que a ratos parece insultante… no sé, la fastuosidad de la Iglesia en épocas anteriores debía ser una bofetada a toda la pobreza del mundo, pero ya filo… Sólo me resta agregar que en la segunda guerra mundial muchos tesoros fueron saqueados, por lo que sólo hace pocos años la Catedral volvió a exhibir sus riquezas, sus muchas muchas riquezas…



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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha llamado mucho la atención "El Dom", o mejor dicho me ha hecho recordar.
En Quito-Ecuador la Basílica.
Además los frontis de la iglesia Santa María y esos altares.
Alguna vez visiten la iglesia de La Compañía en Quito (dicen la más rica de América -altar todo bañado en oro- y una de las maravillas del barroco).
Gracias por traerme tan buenos recuerdos.
Felicidades por el gran aprendizaje que constituye su estadía en Alemania.
Fanny

marlene dijo...

Reinita, cada dia nos maravillamos más con tus relatos. Y esperamos con mucha ansias las narraciones de tus viajes y de tu diario vivir, y para que decir de las fotografias.

Que lugares mas marivillosos estas conociendo y cuantos lugares por conocer te quedan aún.


Marlene

Unknown dijo...

Parece mentira cuánto en un tiempo éramos capaces de asombrarnos y dejar que nuestros sentidos fueran abrumados por la novedad, y cómo hace falta a veces estar al otro lado del charco para ser de nuevo seducidos por las formas, las historias, los colores, los sabores y todas las demás pequeñeces que forman la "vida cotidiana".

Me facina verme reflejado en tus palabras al recordar mi experiencia, y saboreo con gusto el juego de tus palabras... gracias por compartir, y no dejes de escribir. Eso sería lamentable.

ABRAZOS!!!!!!

Pako