martes, 15 de mayo de 2007

Y la ciudad, ¿cómo es?

Hasta ahora sólo me he detenido en las iglesias. Pero Colonia es más que eso, es arquitectura, es cultura, es turismo. Como no puedo contar acá todo lo que vi, les dejo algunas fotos. Dice la leyenda que antes (mucho antes), pequeños duendes hacían todo el trabajo de Colonia mientras sus habitantes dormían. Sin embargo, la curiosidad hizo que una noche una mujer se levantara a husmear, y por alguna razón les arrojó arvejas (esto tengo que chequearlo bien, porque pude haberme equivocado en la traducción…). La cosa es que los duendecitos se resbalaron en las arbejas, se cayeron y huyeron, para nunca más volver. Desde entonces, los habitantes de Colonia tienen que hacer su propio trabajo, gracias a la señora sapa… En la foto se aprecia la dama y la estrepitosa caída de los enanitos escalera abajo.

















Aquí estamos Nicole y yo. La fuente de agua se encuentra justo en el centro de la ciudad, entre el Dom y otros lugares turísticos que están todos cerquita, al alcance de la mano. En ese momento no hacía frío, pero en general no hubo buen tiempo. Lo que sí es cierto, es que fuimos afortunadas con la lluvia, que se mantuvo ausente el fin de semana… no sé porqué, pero ha llovido mucho y eso que estamos en primavera. Se suponía que el sábado y domingo llovería en Colonia, pero no fue así y gracias a eso pudimos recorrer y sacar fotos como ésta. Mish…


















Aquí estoy frente a la Rathaus de Colonia (la municipalidad). El edificio es gigante, MUÉRETE DE ENVIDIA, JAQUELINE, jajaja…



















El río Rin y el puente de Hohenzollern. Esta foto la tomamos después de hacer el tour por el río, justo en el barquito que está detrás de Nicole. El viaje duró una hora y costó 3,5 euros (por ser estudiantes, porque al resto del perraje le cobran 7 euros, unas 5 lucas chilensis…)



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