Para recorrer Roma es necesario al menos un mes. Si se camina todos los días, es posible alcanzar a conocer los museos y las cientos de iglesias esparcidas por la ciudad. Pero cuando se tienen tres días, la ruta de las basílicas debe ser escogida con mucho cuidado, para seleccionar las más importantes y no perderse de nada. Esa fue nuestra falencia, porque no supimos que las iglesias tienen sus mañas y que cierran al la hora de almuerzo. El problema era que el tour ya lo habíamos diseñado y no admitía cambios, por lo que si una iglesia estaba cerrada, lamentablemente teníamos que dirigirnos a la otra sin posibilidad de un “vuelvo más rato”.
Partimos por la Basílica de San Giovanni y Paolo, al lado del Coliseo, justo después de haber estado en el Paladino. Según Pedro (que ya estuvo en Roma para el Jubileo del 2000), allí tenían el pesebre de Jesús, una recreación, no se crea que eran restos del real. Lo malo es que no fue na’ cierto, y el encargado nos dijo que el pesebre lo tenían al centro de la Basílica de Santa María de la Maggiore. Como esta iglesia estaba en el tour, nos dirigimos allá. Sin embargo, lo que tenían al centro del altar era un cofre con un madero que supuestamente es un resto de la cruz de Jesús. Chaaaa… ¿de verdad? No sé, eso dicen ellos. Después seguimos con la Basílica de San Giovanni (no es la misma que la primera) donde está la escalera Santa y restos del INRI (también de la cruz de Jesús). No obstante, estas reliquias estaban en una pequeña capilla que abría después de almuerzo, y en ese momento eran como las 13 horas. Filo, recorrimos la iglesia y luego nos fuimos. Después le tocó el turno a la Santa María del Popolo, que estaba cerrada también. Claro que aquí admito que me movió la literatura de ficción. ¿Leyeron Ángeles y Demonios? De Dan Brawn, el mismo del Código da Vinci (ya, condénenme, leo sus libros, ¿y qué? También me gusta Harry Potter…). La cosa es que en ese libro mencionaban esta iglesia como el primer altar de los Illuminati, por eso quería verla… pero en fin, estaba cerrada y lo que más hice fue sacarme fotos con su hermosa plaza y el obelisco de fondo. Después del tour de iglesias venían los museos vaticanos, así que cero posibilidad de volver, y eso que nos faltó visitar el Panteón. Esa noche, cansadas y felices, esperamos el bus que nos llevó al aeropuerto de Roma Ciampino (a las 4:30 de la madrugada) y a las 8 am tomamos avión de retorno a Frankfurt. Un viaje sin comparación.
Nicole en los pilares de la Basílica de San Giovanni
Magda en la plaza de Santa María del Popolo
Los restos de la cruz de Jesús en la Basílica de Santa María de la Maggiore
Y la última: Magda en la Plaza de Spagna. CIAO BELLA!
Partimos por la Basílica de San Giovanni y Paolo, al lado del Coliseo, justo después de haber estado en el Paladino. Según Pedro (que ya estuvo en Roma para el Jubileo del 2000), allí tenían el pesebre de Jesús, una recreación, no se crea que eran restos del real. Lo malo es que no fue na’ cierto, y el encargado nos dijo que el pesebre lo tenían al centro de la Basílica de Santa María de la Maggiore. Como esta iglesia estaba en el tour, nos dirigimos allá. Sin embargo, lo que tenían al centro del altar era un cofre con un madero que supuestamente es un resto de la cruz de Jesús. Chaaaa… ¿de verdad? No sé, eso dicen ellos. Después seguimos con la Basílica de San Giovanni (no es la misma que la primera) donde está la escalera Santa y restos del INRI (también de la cruz de Jesús). No obstante, estas reliquias estaban en una pequeña capilla que abría después de almuerzo, y en ese momento eran como las 13 horas. Filo, recorrimos la iglesia y luego nos fuimos. Después le tocó el turno a la Santa María del Popolo, que estaba cerrada también. Claro que aquí admito que me movió la literatura de ficción. ¿Leyeron Ángeles y Demonios? De Dan Brawn, el mismo del Código da Vinci (ya, condénenme, leo sus libros, ¿y qué? También me gusta Harry Potter…). La cosa es que en ese libro mencionaban esta iglesia como el primer altar de los Illuminati, por eso quería verla… pero en fin, estaba cerrada y lo que más hice fue sacarme fotos con su hermosa plaza y el obelisco de fondo. Después del tour de iglesias venían los museos vaticanos, así que cero posibilidad de volver, y eso que nos faltó visitar el Panteón. Esa noche, cansadas y felices, esperamos el bus que nos llevó al aeropuerto de Roma Ciampino (a las 4:30 de la madrugada) y a las 8 am tomamos avión de retorno a Frankfurt. Un viaje sin comparación.
Nicole en los pilares de la Basílica de San Giovanni
Magda en la plaza de Santa María del Popolo
Los restos de la cruz de Jesús en la Basílica de Santa María de la Maggiore
Y la última: Magda en la Plaza de Spagna. CIAO BELLA!
1 comentario:
la suertecita.....
bkn. envidioso pero bien por tí.
(no lei la entrada solo vi las fotos)
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