http://magdalenasaldan2.blogspot.com/
Si quiere saber qué pasó con Nicole, visite el Potolog de siempre:
http://www.fotolog.com/kangura_sa/
Tschüss!
Esta pagina ha sido creada para narrar las experiencias de Magdalena Saldana y Nicole Coronado, dos chilenas en Alemania en viaje de estudios. Gracias a un convenio entre la Universidad de Concepcion y la Universidad de Kassel, estamos haciendo un intercambio de un semestre en la ciudad de los hermanos Grimm. He aqui nuestra historia.
Rebobinando la historia, he de decir que LAN Chile esta vez no me abandonó. Lo que sí tengo que contar, es que pese a que a principios de agosto mandé desde Alemania una maleta llena de libros y souvenirs que adquirí en mis viajes, igual me fui al aeropuerto con sobrepeso (me refiero a las maletas; el propio no lo pude evitar). Cuando salí de Chile la regla era una maleta de 20 kilos facturada y otra de 8 kilos como equipaje de mano. Sin embargo, una vez en el aeropuerto descubrí varias cosas que no cachaba producto de mi nula experiencia en esto de andar en avión. Por ejemplo, si la maleta de 20 kilos pesa 22 o 23, igual te la perdonan. La maleta de mano jamás la pesan y el notebook puede ir en su propio bolso, aparte de la maleta de mano. Weás que yo no sabía poh, antes de viajar a Santiago mi tata y yo, con romana en mano, pesamos ambas maletas para no pasarme ni un gramo. Pobre e inocente Magdalena…
Cuando salí de Kassel rumbo al aeropuerto de Frankfurt, llevaba la maleta grande con 27 kilos, la de mano con 18, el notebook en su propio bolso con una cagazón de weás más adentro (aparte del notebook) y mi cartera, que pesaba por lo menos otros 5 kilos. Cuando fui al Check-in de LAN la tipa me dijo que la maleta facturada podía ser hasta de 30 kilos, así que dije: uff, me salvé. Sin embargo, la rucia tenía un sexto sentido: me miró la maleta de mano y me pidió pesarla. Cagué, me dije, y claro, pesó 18 kilos y a la mina casi le da un patatús, me dijo que sólo se admitían 8, con cuéa 10, y que aunque cambiara kilos a la grande, igual iba a quedar sobrepasada (o sobrepesada). Me fui a un rincón a sacarle kilos a las maletas, pero en realidad no boté nada, sólo hice unos cambios de lugar y tuve la suerte de que cuando volví, me atendió ya no la rubia exigente, sino un tipo más relajado que no me pesó la maleta chica y me perdonó los 31 kilos y medio de la grande. Cueazo. Pero me dio pasaje sólo hasta Madrid, con la noticia de que en Barajas debía esperar a que hubiesen asientos libres hasta Santiago de Chile. “Este cuento ya me lo contaron…” me dije, y como un dejavú regresaron a mi mente la rocanet y los días de abril botada en el aeropuerto de Barajas… Pero tuve suerte, una vez en Madrid me entregaron la segunda tarjeta de embarque y seguí rumbo hasta Chilito. En el Arturo Merino Benítez me esperaba Pedro con flores y chocolates, y con su dulce voz de siempre me dijo: “Bienvenida”…
Sí, llegué a Chile. Les dejo fotos de mi partida de Kassel y mi llegada a San Carlos. Un abrazo para todos los que me postearon en mi estadía en Alemania, y una invitación para que me sigan leyendo. ¡PROST!
Aeropuerto de Frankfurt, Alemania.
A mi llegada en San Carlos… aquí estoy justo en la garita que está frente a
El recibimiento de mi tata en mi casa materna… se me emocionó el viejito, hasta un par de lagrimones derramó por ahí… Los encontré bien, a los dos, sanitos y hasta más gordos, contentísimos de verme.
Aquí con mi papá y
Y por último, mi incondicional Pedro, mi novio, destapando una champaña en su casa luego de recogerme en el aeropuerto de Santiago. Moreno, quiero agradecerte todo lo que has hecho por mí, no sólo en estos últimos cinco meses, sino desde que te conozco. Creo que tengo mucha suerte bebé, de tener a mi lado un hombre tan íntegro como tú. También quiero anunciar públicamente que mi negro, Pedro León Manríquez, se tituló de flamante Ingeniero Civil Industrial y Magíster en Ciencias de
Y lo último: ¡llegaron las alemanas! El jueves Lisa y Johanna arribaron al aeropuerto Carriel Sur de Concepción, y con
En pleno centro de París,
En Polonia, cenando en un bar del barrio judío de Cracovia. Pedimos la carta y en la sección de vinos estaba nuestro popular “Gato” a 49 zlote la botella, algo así como 10 mil pesos chilenos… Mish!
En
En Berlín, frente al reloj que tiene la hora de todas partes del mundo. Esta foto muestra la hora que en ese momento marcaban los relojes chilenos, a punto de ser las 12 del día, cuando en Berlín iban a ser las seis de la tarde.
Y finalmente, la foto con uno de los estandartes de Chile en el extranjero. Querido por unos, odiado por otros, sólo puedo decir que fue emocionante ver el nombre de un ex presidente de mi país en una de las plazas parisinas de Francia. Se abrirán las grandes alamedas…
Cuando en
Esta imagen me encanta, para la posteridad, de cuando esta humilde sancarlina fue parte de un Master Degree con alumnos de todas partes del mundo. Esta foto se tomó a principios de mayo de 2007, y en honor a la verdad, no están todos los estudiantes, faltan algunos de segundo año. La gran mayoría de los que están acá eran de primero y por ende, compañeros nuestros, pero nosotras hicimos amistad con todos, independientemente del curso en el que estaban. Con ellos fuimos a fiestas, grill parties, partidos de fútbol y conferencias. Fueron sólo cinco meses, pero ese tiempo fue suficiente para forjar lazos de amistad, sobre todo con Anil y Dan. Acá se los dejo para que los conozcan.
Acá estoy yo con Mario y Guido, ambos de Brasil. Esta foto se tomó después de un partido de fútbol, luego del cual fuimos a un bar junto al río a apagar la sed que nos dio el hacer tanto deporte…
Nicole con Alex e Hilario. Alex es de Kazajstán e Hilario de Brasil, pero éste último es un infiltrado, pues no es un GPE Student, sino un amigo de los otros brasileños que aparecía sólo
para carretear.
La morena sonriente que Nicole tiene en brazos se llama Evelyn, es de México y en esta fiesta estábamos celebrando su despedida de soltera. A principios de agosto se casó por el civil en Inglaterra con su novio inglés, pero la ceremonia religiosa se realizó hace poco en México, donde me imagino que tiraron la casa por la ventana. ¡Que viva la novia!
A Polonia fui con Mikolaj, mi amigo polaco. Mi mejor amigo en Alemania, creo, así que de ahí le voy a escribir un post más largo, sólo para él. Estuve allá tres días, uno en Poznen (donde vive Miki) y dos en Cracovia. Partiendo por el principio, la aventura comenzó cuando salimos de Kassel. Esta vez no viajamos ni en mitfahrgelegenheit, ni en tren ni en avión, sino en bus, mi primera vez en un bus desde que llegué a Alemania. Resulta que proyectaron una película en la tele y obviamente estaba doblada en polaco, pero es tan extraña la forma en que doblan estos tipos, resulta que dejan el audio original (en este caso era inglés) y encima le ponen la voz, pero es todo el rato la misma voz, es la voz de un hombre y no importa si el actor que está hablando es una mujer o un niño, es siempre la voz del mismo tipo, jajaja… que pajero el doblaje, la cagó.
La otra cosa que me pasó es que cuando llegamos a la frontera nos controlaron los pasaportes, cosa que jamás me había tocado. Cuando fuimos a España, Italia o Francia, jamás nadie nos pidió identificación, porque se supone que estando en
A Poznan llegamos de mañanita, y nos fuimos directamente a la casa de Mikolaj. En este punto aprovecho de decir que sus papás se portaron excelente, me atendieron, me alimentaron y hasta me conversaron. El problema fue que ellos no hablaban español ni inglés, y yo no entiendo polaco, así que la conversa fue media difícil. Mikki me traducía en inglés, por lo que la mezcolanza de idiomas era bien interesante. Como sea, fue super lindo compartir con ellos y sentir que aún ahora que
Aquí mi amigo Mikolaj (Nicolás, en español) frente a un antiguo castillo que ahora hace las veces de museo, sala de exposiciones, biblioteca, etc.
Acá estoy yo con el teatro de fondo. La verdad, los nombres en polaco son una cosa impronunciable, ni qué decir de la escritura. Me limitaré a dar los nombres sólo de las cosas más relevantes, así que ahora conténtense con saber que este edificio era super lindo. Gracias.
Chile y Polonia juntos frente a
Miki en una calle típica del centro de Poznan. La arquitectura era realmente muy linda.
Pleno centro. Ese día estaba soleado en la mañana y a eso de las 4 de la tarde se largó a llover, lo que me confirma que esto de las tormentas repentinas no es un fenómeno sólo de Kassel; es un mal europeo. Igual lo pasamos bien.
Magda en la municipalidad, una especia de Rathaus polaca; preciosa.
Cracovia es bonita, no se puede negar. Antes de que Varsovia fuera la capital del país, Cracovia cumplía este papel, pero Mikolaj me explicaba que durante la segunda guerra mundial, los alemanes dejaron poco en pie. Aún así, la arquitectura medieval aún se conserva y los castillos y catedrales son super distintos de los que ya he visto en Alemania u otras partes de Europa (saaaa, ella poh, la guía turística, jaja…). Como sea, el casco antiguo de la ciudad fue declarado Patrimonio de
Acá estoy al interior del Castillo de Wawel (léase Vavel), el que fuera la residencia de los reyes polacos desde el siglo 11 hasta el 17. El castillo se ubica en
Mi amigo Mikolaj (cuyo nombre se pronuncia Mikouai) en
Rynek Glowny, la plaza del mercado, una de las mayores plazas comerciales de
La iglesia gótica de Kosciol Mariacki (Santa María), que data del siglo 15. Aunque tengo fotos de día, esta imagen me encanta. Son como las 11 de la noche y había un montón de gente en las calles, y además la iglesia se ve preciosa iluminada. La siguiente foto es de Miki y yo al interior, rezando como niños buenos. La decoración al interior sigue la tónica de las iglesias bacanes que he mostrado antes en este blog: oro, púlpitos ricamente adornados, imágenes gigantes de santos a todo color, etc. Lo novedoso fue que por entrar a la iglesia cobran una cantidad, pero si quieres sacar fotos al interior, te cobran el doble y te dan una credencial para que vean que estás “autorizado”. Y este sistema lo tienen para los museos, monumentos, etc. Igual bien, supongo, considerando que no es que a cada uno nos cobraran más, sino que se cobra por cámara. Esa onda…
Un helado en el barrio judío de Kazimierz. Este lugar era super pintoresco, tipo barrio Suecia en Santiago, lleno de pubs y restaurantes, pero más seguro… Super bonita Cracovia, nada que decir. Te lo perdiste no más poh, Nicole, jajaja…
Resulta que además de Poznan y Cracovia, yo quería ir a Auschwitz. El problema es que las distancias eran insalvables; para ir a conocer los campos de concentración debía quedarme en Polonia al menos un día más, pero tenía que entregar el último trabajo el miércoles (la crítica de un libro de 300 páginas que aún no acababa de leer) y quedarme habría significado no hacer el trabajo. Por ende, opté por ir a Wieliczca, a
Vamos por partes. La mina de sal (también declarada Patrimonio de
La mina fue construida enteramente por los mineros, quienes cada vez fueron cavando más y más hacia abajo. El tour permite bajar hasta
Cuando uno piensa que ya lo ha visto todo, llega hasta aquí: la sala de banquetes y la capilla de Santa Kinga, cuando ya estábamos a más de cien metros bajo tierra. Esta weá si que es impresionante, una cámara elegantísima, completamente construida con bloques de sal, estatuas de sal, altares de sal, piso de sal, TODO DE SAL. Este espacio lo arriendan para matrimonios, conferencias, conciertos, etc. Según la guía, esta estancia fue construida por sólo dos mineros, por lo que su construcción se tardo 70 AÑOS! Obviamente los dos mineros que empezaron no fueron los dos que la terminaron…
Después de la sala viene la parte comercial. La hicieron bien estos tipos: después de dos horas de recorrido, cuando uno empieza a sentir la sonajera de tripas, resulta que hay un restaurante con Internet wi-fi y todo. Mish… También hay un museo (para el cual había que volver a pagar, así que chao no más) tiendas de souvenirs, baños, etc. No sé cómo será la mina de Lota, pero esta me impresionó. Me despido con una foto del restaurante, donde tomamos desayuno a eso de la una de la tarde. Pozdrawiam, querida Wieliczca!