viernes, 17 de agosto de 2007

Cracovia, la antigua capital

Cracovia es bonita, no se puede negar. Antes de que Varsovia fuera la capital del país, Cracovia cumplía este papel, pero Mikolaj me explicaba que durante la segunda guerra mundial, los alemanes dejaron poco en pie. Aún así, la arquitectura medieval aún se conserva y los castillos y catedrales son super distintos de los que ya he visto en Alemania u otras partes de Europa (saaaa, ella poh, la guía turística, jaja…). Como sea, el casco antiguo de la ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y la plaza que tiene es inmensa, como la Plaza de San Marcos en Vencecia, claro que con un nombre más complicado. Es interesante cómo Mikolaj me cuenta la historia de su país; cuando recorríamos el museo viendo las armas y los cuadros de importantes generales polacos, él me contaba que Polonia siempre ha sido invadida y oprimida, si no por los alemanes, por los rusos. Durante el Holocausto, la ciudad polaca de Auschwitz albergó tres campos de refugiados, y una gran cantidad de judíos murió en manos de los nazis. Aún así, Miki dice que no hay mala onda con los alemanes; es más, me cuenta que prefiere vivir en Alemania en vez de Polonia, pero esto es obvio considerando los estándares de vida que hay en este país. A ratos también me dan ganas de quedarme acá en vez de volver a Chile… pero ESO NO VA A PASAR, porque tengo pasaje para la semana próxima…

Acá estoy al interior del Castillo de Wawel (léase Vavel), el que fuera la residencia de los reyes polacos desde el siglo 11 hasta el 17. El castillo se ubica en la Wzgorze Wawelskie (colina de Wawel) y es lo más famoso de la ciudad. Mientras estuvimos allá tuvimos la oportunidad de ver un grupo de tipos con trompeta y lanzas que hicieron un espectáculo medieval, onda viaje al pasado… bacanísimo.











Mi amigo Mikolaj (cuyo nombre se pronuncia Mikouai) en la Catedral de Wawel (Katedra Wawelska). Se ubica ahí mismito donde está el castillo, y era el lugar de coronación y entierro de los monarcas polacos. Siguiendo con mi tradición de subir a cuanta torre de iglesia se me aparezca por delante, a ésta también subimos, y arriba nos encontramos con la campana del rey Zygmunt (Segismundo) la cual había que tocar para tener suerte. Yo casi no la suelto…












Rynek Glowny, la plaza del mercado, una de las mayores plazas comerciales de
la Europa medieval. Hasta hoy conserva locales comerciales y numerosos cafés y restaurantes con mesitas al aire libre. De fondo, el antiguo mercado de paños.












La iglesia gótica de Kosciol Mariacki (Santa María), que data del siglo 15. Aunque tengo fotos de día, esta imagen me encanta. Son como las 11 de la noche y había un montón de gente en las calles, y además la iglesia se ve preciosa iluminada. La siguiente foto es de Miki y yo al interior, rezando como niños buenos. La decoración al interior sigue la tónica de las iglesias bacanes que he mostrado antes en este blog: oro, púlpitos ricamente adornados, imágenes gigantes de santos a todo color, etc. Lo novedoso fue que por entrar a la iglesia cobran una cantidad, pero si quieres sacar fotos al interior, te cobran el doble y te dan una credencial para que vean que estás “autorizado”. Y este sistema lo tienen para los museos, monumentos, etc. Igual bien, supongo, considerando que no es que a cada uno nos cobraran más, sino que se cobra por cámara. Esa onda…





















Un helado en el barrio judío de Kazimierz. Este lugar era super pintoresco, tipo barrio Suecia en Santiago, lleno de pubs y restaurantes, pero más seguro… Super bonita Cracovia, nada que decir. Te lo perdiste no más poh, Nicole, jajaja…


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